Las ciudades de Quito, Guayaquil, Portoviejo, Loja y Tena fueron las cinco sedes en donde se llevó a cabo el Segundo Congreso Nacional de la Familia en el Ecuador que se desarrollaron desde el 9 al 12 de noviembre.
Tres Conferencias Magistrales, Foro Mundial de la Familia, Mesas Redondas, Comunicaciones Virtuales, Testimonios de familias, Eventos Culturales, fueron algunas de las actividades a las que asistieron alrededor de 5700 participantes en las cinco ciudades sedes del evento.
En el Tena, donde participaron aproximadamente 600 familias, durante los días que se realizó el Congreso, constataron una fuerte desestructuración familiar, por lo que se acordó gestionar proyectos que ayuden a concienciar y a educar en valores que permitan restaurar a la familia como principal núcleo de la sociedad y pregonan que el domingo sea el día para fortalecer la unión de la familia. Esta fue una de las conclusiones a las que llegaron durante en el evento. 
Los ponentes que se dieron cita a la sede de Napo fueron: P .Alberto Bustamante, de Familias Mundi Argentina (“La paternidad Divina 
y la Paternidad en la Familia”); Dr. Luis E. Solano, Familias Mundi Colombia (“La familia, comunidad que ora y transmite la fe”); Dra. Olga Díaz, Familias Mundi España (“La Familia, educación de los hijos, Medios de Comunicación Social y las Nuevas Tecnologías”); Dr. Marcelino Villaverde, Familias Mundi España (Situación Actual y Perspectivas de Futuro en la Familia); Mons. Jesús esteban Sadan. Ecuador. “La dignidad de la persona y del trabajo. Justicia social y solidaridad”; Mgs. Rómulo López, CONFEDEC ECUADOR (Conciliación de la vida familiar y laboral); Sor. Alba Arreaga, CONFEDEC ECUADOR (Dimensión trascendental de la fiesta) y Mons. Rafael Cob García, Vicario apostólico de Puyo (La fiesta como espacio de convivencia). Los asistentes pudieron ver en video al papa Benedicto XVI, quien durante una audiencia en la Plaza de San Pedro, destacó el congreso.
El congreso se clausuró el pasado sábado con la Sagrada Eucaristía y el compromiso de cada uno de los participantes, en transmitir permanente la fe, en especial de las nuevas generaciones.
